Cada vez más se reconoce al medio ambiente como un factor determinante en la patogénesis y/o en el descontrol e incremento de la gravedad de varias enfermedades. La globalización económica actual, favorece la generación y desplazamiento de compuestos tóxicos y biológicos. Si bien éstos se generan en un área geográfica, su impacto en la salud puede abarcar grandes distancias debido a la interacción con los parámetros meteorológicos. En este sentido, la medicina ambiental promueve la salud a través de la prevención y adaptación del medio ambiente del individuo expuesto. La toxicología como herramienta para la evaluación de los riesgos a la salud, provee las evidencias de la descripción de los procesos toxicocinéticos y toxicodinámicos de los agentes xenobióticos, entendiendo a este último como toda aquella sustancia pura, mezcla o material ajeno a un ser vivo que pueden ser incidentales, legales y recreativos. Por lo cual, la toxicología y la medicina ambiental permiten ofrecer evidencia científica de los efectos adversos de la contaminación sobre la salud del hombre para la toma de decisiones político-social. El departamento de Investigación en Toxicología y Medicina Ambiental (DITMA), se instituye con base en la inherente e involuntaria exposición inhalatoria que contribuye a la perdida de la función respiratoria y como vía principal de ingreso a tóxicos que deterioran órganos y sistemas como el sistema nervioso, el sistema cardiovascular, el sistema genito-urinario a lo largo de las diferentes etapas de la vida de un ser humano. Por lo anterior, el DITMA está conformado por un grupo multidisciplinario entre los que se encuentran biólogos, médicos y químicos, altamente especializados en fisiología respiratoria, inmunología, genética, nutrición y toxicología.