José Antonio Moreno Sánchez

Un impulso muy importante para la reflexión Bioética procede sin duda de la creación de los comités de Bioética, denominados frecuentemente -Comités Éticos-.

La constitución de los primeros comités de Bioética, sobre todo los de carácter nacional o internacional ha influenciado el desarrollo intenso de esta disciplina en el ámbito mundial.

Otro factor que ha contribuido a promover la Bioética ha sido la integración creciente de comités de Bioética en las instituciones de investigación y en los hospitales, con la finalidad de examinar y aprobar los protocolos de investigación clínica y ofrecer puntos de vista tanto en el ámbito asistencial dentro de los hospitales como en las instituciones de investigación y a las administraciones públicas locales. En Estados Unidos ya en 1984, más de 3000 comités vigilaban sobre la moralidad de la investigación.

Cuando el médico se encuentra solo y sorprendido no solo por los retos que los avances tecnológicos representan para su quehacer profesional, también, por el costo tan alto de los procedimientos diagnósticos o terapéuticos para sus enfermos, pero además el precio que tienen que pagar por los medicamentos para lograr el control o la erradicación de la enfermedad, necesariamente se presentan problemas de índole ético que deben ser abordados con conocimiento y habilidad para la toma de la mejor decisión.

Para ayudar a los médicos, a la sociedad y a los pacientes, en esas situaciones, han surgido los Comités de Ética Hospitalarios. Desde su aparición a mediados de los años 70, los Comités Institucionales de Ética han ido adquiriendo una importancia y un desarrollo superior a cualquier forma institucional de estudio de la ética profesional. Su impulso ha rebasado fronteras, tal es así que no hay hoy un país desarrollado en el que no se hayan puesto en marcha o al menos se hayan intentado ponerlos en práctica.

El Comité de Bioética Hospitalaria se concibe como un grupo multidisciplinario dentro de un hospital cuyas funciones consisten en orientar y aconsejar al personal encargado de la salud frente a las situaciones cotidianas de conflicto en la toma de decisiones que involucra la dignidad, la autonomía o algún aspecto que afecte a sus pacientes o a las personas con quienes interactúa.

Los comités deben desarrollar responsabilidades éticas esencialmente, sin embargo pueden participar en algunas funciones técnicas, de acuerdo a las funciones que la institución les asigne o les confíe.

Dentro de las funciones de los Comités de Bioética Hospitalarios se encuentran tres que son esenciales:
- Educar
- Aconsejar
- Dar directrices

La función educativa quizá sea la más importante dado que los comités deben procurar que la mayor parte del personal que labora dentro de una institución de salud acceda al conocimiento bioético y sean capaces de difundirlo. El Comité debe entonces favorecer en una estrecha interacción con la Dirección de Enseñanza del Hospital a fin de hacer que cada persona se capacite tanto en al nivel individual como en el grupal.

La función consultiva consiste en el análisis juicioso y razonado de un caso concreto para llegar a una conclusión que podrá externarse al grupo que solicitó la opinión. También es válido que el propio comité acceda a tomar un caso por iniciativa propia o por solicitud del cuerpo directivo cuando la magnitud del problema lo amerita.

El resultado final de la función consultiva es la emisión de un dictamen que podrá ser orientativo o decisivo, de acuerdo a las facultades que se le hayan otorgado al comité.

En ocasiones los problemas que se tratan rebasan la capacidad o la experiencia del propio comité y éste tendrá que apoyarse en otros comités externos o en expertos diversos que ayudarán a resolver el dilema.

Es importante señalar que las resoluciones deben ser difundidas a fin de que exista una Información que amén de dar a conocer al interior del hospital sobre las decisiones del Comité, impacten de manera favorable en la educación o en la capacitación.

En cuanto a la función normativa es preciso señalar que una de las atribuciones que el Comité de Bioética Hospitalario debe tener, es la de establecer sus propios reglamentos y normas bajo los que se deba regir en cada institución, no solo por la forma como deba comportarse cada uno de los elementos, sino del mecanismo para enfrentar dichos problemas y los modos de operar cuando exista una resolución.

Hoy en día se han hecho comentarios en diversos foros sobre la necesidad de que exista una normatividad para los Comités de Bioética Hospitalarios, tal es así que ahora se requiere establecer los parámetros y las directrices para que en México existan instancias que regulen la integración, la dinámica y los alcances del comité.

Pueden existir otras funciones de los comités, por ejemplo: servir de asesor para la conformación de programas o líneas de trabajo específicas, dentro de las acciones del cuerpo directivo de la institución; servir de foro para la reflexión moral, filosófica o teológica para lo cual debería participar un experto en estas disciplinas. De esta manera contribuye a conformar la identidad ética del hospital.

El tipo de comités de Bioética hospitalaria será de acuerdo a las facultades con las que se haya integrado, así podrá haber solo ético o ético médico, también de acuerdo al tipo de casos que atiendan, algunas de consulta optativa otros de consulta obligatoria, otros con poder decisivo vinculante y otros con poder de decisión discrecional.